Ante todo debemos tener en cuenta que al practicar carrera nuestro cuerpo aumenta considerablemente su temperatura. Este aumento de la temperatura corporal lleva a nuestro cuerpo a regularla mediante la sudoración. A través del sudor se expulsan minerales y sustancias que nuestro cuerpo necesita para mantener un buen funcionamiento muscular y articular. Estas sales minerales es necesario que las repongamos, y por ello debemos tener presente la ingesta de líquidos.
A pesar de que la teoría nos la sabemos al dedillo, todavía son muchas las personas que dejan de lado la botella de agua a la hora de correr, y es que consideran que este gesto les distrae y les aleja de los objetivos propios de la carrera. Esto no es un hábito adecuado y menos a la hora de salir a correr, ya que los líquidos deben estar en constante reposición, pues a medida que los perdemos debemos meterlos en el organismo. Las bebidas lo que nos hacen es aportarnos minerales presentes en su composición. Las sales minerales son necesarias a la hora de mantener los músculos en perfectas condiciones. Son lo que llamamos electrolitos que debemos mantener en unos niveles adecuados para poder tener un equilibrio corporal. Este equilibrio se pone en riesgo al perder parte de los electrolitos. Por este motivo es necesario ingerir líquidos de manera adecuada.
En cuanto al argumento que esgrimen muchas personas de que beber mientras corren les distrae del ejercicio, debemos reparar un poco en esta afirmación, ya que actualmente existen muchas botellas preparadas para suministrarnos el agua de manera rápida y apenas reparar en ellas, por lo que no nos distraerán de nuestra actividad. Además, estas botellas apenas pesan y ocupan espacio mientras estamos corriendo. Por ello es necesario que las tengamos siempre con nosotros. Es importante que nos concienciemos de esto, ya que mejoraremos enormemente los resultados y el estado de los músculos, mejorando las marcas y consiguiendo que el aguante a la hora de salir a correr se mucho mayor.