
La combinación de una dieta rica en nutrientes y una buena suplementación crea un entorno fisiológico ideal para la recuperación. Cuando se esté recuperando de una lesión, tenga en cuenta las siguientes líneas nutricionales de orientación:
- Consuma alimentos no procesados y sin azúcares ni grasas añadidos, como frutas, vegetales o pastas integrales;
- Evite la comida rápida, los carbohidratos refinados y los fritos.
- Céntrese en las fuentes ricas en proteína, como pescado, pollo, huevos y productos lácteos bajos en grasas. El consumo proteico diario debería ser de 1 o 1,5 g/kg;
- Si no come por lo menos 2 piezas de fruta al día, piense en empezar a consumir un suplemento vitamínico;
- BBeba un poco de té verde todos los días. Este tipo de bebida contiene polifenoles, que funcionan como antioxidantes, por lo que evitan el estrés acumulado;
- Si sufre de dolores articulares que no le permiten entrenar, tome un suplemento específico para las articulaciones (por ejemplo, con glucosamina y condroitina);
- La cicatrización de las heridas también puede verse favorecida por una nutrición correcta.
Hay nutrientes que son de gran importancia, por ejemplo, la vitamina A es necesaria para formar los huesos y el tejido epitelial y para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. La vitamina C colabora en la formación del tejido antioxidante y del colágeno, la proteína responsable de mantener los cartílagos elásticos y flexibles. La vitamina E es la mayor vitamina liposoluble de la piel. Los aminoácidos arginina y glutamina pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunitario y a acelerar la cicatrización de las heridas.