
Si eres propenso a los calambres, aquí tienes un remedio natural: en una taza de agua caliente pon una cucharada de vinagre y otra de miel.
Y más fácil todavía: toma un plátano una hora y media antes de salir a hacer deporte. El magnesio y potasio que contiene hará más difícil que ocurran las contracciones propias de los calambres. Otro truco es tomarte una tónica la noche anterior, gracias al efecto relajante de la quinina que esta bebida contiene.