
1) Cómo detectarlo
- ¿Con frecuencia te sientes cansado, incluso haciendo el descanso apropiado?
- ¿Ha cambiado tu humor?
- ¿Te resulta más difícil compartir tus rutinas habituales de entrenamiento con gente que forma parte de las mismas?
- ¿Has pensado en abandonar la actividad deportiva?
- ¿Sientes que tu cuerpo y tu mente ya no responden como antes?
- ¿Han fallado las soluciones que has intentado para mejorar esta situación?
Si la mayoría de respuestas es sí, es probable que estés a pocos pasos de entrar de lleno en el síndrome 'burn out'.
2) Qué hacer
Si crees que sufres este síndrome, recurre a un entrenador personal cualificado; es la mejor garantía, y poco a poco, con las cargas adecuadas y los cambios necesarios, encontrarás la rutina que mejor se ajusta a lo que tu cuerpo y tu mente son capaces de asimilar.
Siempre es mejor prevenir que curar, así que te recomendamos que independientemente de la actividad deportiva que lleves a cabo y el reto que quieras alcanzar, nunca olvides que una práctica deportiva saludable debe reportarte satisfacción; que es importante organizar tu práctica en medio del resto de actividades de tu vida cotidiana teniendo claro el rango de prioridades y tiempo disponible; y que no está de más echar un vistazo a estrategias de gestión de estrés (relajación, meditación, yoga...).