Cuando realizamos un apoyo lateral de este tipo, la zona interna de la rodilla soporta mayor tensión, algo que se magnifica en la mujer al tener unas caderas más anchas y las rodillas en valgo o con forma de X. Al patinar, el gesto es diferente porque tenemos la acción-reacción del suelo, en la elíptica lateral se acompaña o recobran los movimientos, teniendo menor implicación el glúteo y mayor los flexores de cadera.
Si nos fijamos en una mujer cuando corre o cuando hace elíptica normal, en casi todas podremos notar esa acción interna de la rodilla, debido al valgo fisiológico o forma en X. Si agravamos más esa acción estaremos forzando los ligamentos y estructura interna de la rodilla, pudiendo aparecer alguna lesión.
Puede que el movimiento en las elípticas laterales pueda resultar llamativo y nos guste ejercitarnos en una máquina que se asemeja el patinaje, pero debemos tener en cuenta que puede suponer una sobrecarga extra para nuestras rodillas y que la implicación muscular no es igual que cuando patinamos.